Extasíame con el escote de tus pensamientos, cautívame con la delineada curva que tienen las pantorrillas de tus sueños, deslúmbrame con ese brillo perpetuo de tus ilusiones, embriágame con ese licor escarlata de tus labios sonrosados mientras me relatas tu vida.
Acaríciame con la sencillez de tus palabras, coquetéame con la armonía de tu sonrisa, envuélveme con esa mirada de encanto que suele desanudarse cuando le robo un suspiro a tu alma, acaríciame si!!, pero con algo menos efímero que un simple roce de piel.
Como quisiera verte desnuda, quizá sí, despojada de atuendos caminado entre mis sueños, con esa silueta perfecta, pero no sustraída de ropajes, yo te hablo de desnudez interna, libre ante esas cargas de este mundo que encierra la belleza en estándares superfluos.
Dame algo incomparable, mis carnes y mis instintos se accionan como los de cualquier mortal y de esa misma manera sobre las caricias se posará el olvido, y de ese mismo modo habrán besos más tórridos y pasiones más candentes.
Entonces sedúceme la mente, acaríciame el alma, y besa mi corazón para que tus recuerdos se queden tatuados más adentro de la piel.
David Felipe Morales
5 de Agosto de 2015
Qué bonito!! :))
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Gracias
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